Mi deseo de Reyes: Hacer entendible la Inteligencia Artificial a 'nuestras madres'
Confesiones de un viaje personal y periodístico para desmitificar la IA y acercarla a todas las generaciones. También mi resumen de la semana con OpenAI, Apple, Google, Microsoft, Threads y X.
Buenas, buenas. Gracias por apuntaros a Algoritmo Transparente. A los veteranos, gracias por considerar este boletín como un propósito de Año Nuevo. No sé qué os parece el nombre; aún estoy en ese punto de duda y replanteamiento, si fuera el caso. Esta primera semana de 2024 tengo que celebrar no haber leído ningún insulto ni haber asistido a ninguna salida de tono en Threads. Parece increíble, ¿no? La red social de Meta para competir con X es un coche que aún huele a nuevo. Estoy impaciente por ver quién es el primero que la lía y acaba con el olor a concesionario. Mientras vamos recibiendo nuevos seguidores en Threads y nos ponemos a seguir a usuarios diferentes a los que seguíamos en X, la antigua Twitter, leemos informaciones que sostienen que la red social de Elon Musk se ha devaluado un 70%. Este empresario necesita urgentemente suscriptores de pago para compensar la pérdida de anunciantes, quienes se han alejado debido a sus polémicas declaraciones y decisiones controvertidas. Este viernes han vuelto los titulares a los tuits, pero dentro de las fotos. Nunca una conquista había generado tan poca ilusión entre los usuarios como ésta. Ojo cuando la revocación de una decisión tan criticada, pasado cierto tiempo, provoca más indiferencia que satisfacción. Algo falla.
La semana corta nos ha servido para comprobar que en todas partes cuecen habas. En esta misma casa, en Substack, parece ser que se ha producido una revuelta de escritores de referencia por la política de la plataforma de no censurar contenido. Esta es la tercera entrega de mi boletín semanal. En Substack estoy desde abril de 2023. O sea, que voy a hacer como que no me he enterado de la polémica. Y sigo con mis cosas. Entre ellas, destacar que WhatsApp integra herramientas de IA y que Microsoft anuncia una tecla de Copilot en los teclados para Windows 11, que con dos meses de retraso el bueno de Sam Altman cumple su palabra y nos anuncia el lanzamiento de GPT Store para que los usuarios de OpenAI podamos monetizar nuestros chatbots y acceder a los de los demás, y que me estoy enganchando a las informaciones sobre tecnológicas e Inteligencia Artificial como hacía tiempo.
El volumen de información y novedades en este sector es abrumador, por lo que organizar las ideas para ofreceros un resumen semanal bien estructurado será un desafío. Aprovecho que los Reyes Magos desfilan por nuestras calles para hacerles una última petición en mi carta, a ver si me lo conceden este 2024. Le pido a los Reyes que me den acierto para saber escribir e informar de Inteligencia Artificial como antes hacía de otros temas, es decir, de temas convencionales. Me acuerdo cuando hace tres décadas en periódicos y revistas de papel compartíamos redacción y cierre con compañeros periodistas, o aprendices, y a la hora de titular nuestras noticias algunos decíamos “¿esto lo entenderían nuestras madres?”. Si el titular, el subtítulo, la entradilla y el texto de nuestros artículos sobre urbanismo, política, sociedad, cultura o deportes no eran entendibles para ‘nuestras madres’, quería decir que no lo estábamos haciendo bien. El mérito consistía en explicar temas duros, complejos, de manera fácil, pedagógica y atractiva. Hoy mi propósito es poder explicar lo que vayamos aprendiendo de Inteligencia Artificial de la manera que ‘nuestras madres (y padres)’ lo entiendan. Cómo lograr digerir tal volumen de información, ordenarla y presentarla de manera que el gran público no solo entienda lo que explicamos, sino que también se sienta atraído. ¿Será posible?
El mérito consistía en explicar temas duros, complejos, de manera fácil, pedagógica y atractiva. Hoy mi propósito es poder explicar lo que vayamos aprendiendo de Inteligencia Artificial de la manera que ‘nuestras madres (y padres)’ lo entiendan.
Me gustaría que, de la misma manera que mi madre empezó a leerme sobre cuestiones que aparentemente no le importaban un comino hace muchos años, hoy fuera capaz de escribir sobre IA con un estilo cercano y entendible lo suficientemente robusto como para captar su interés y, puestos a pedir, combatir los miedos generalizados que se han instalado en amplios ámbitos de la sociedad ante lo inquietante que supone la Inteligencia Artificial.
Pienso en Monos estocásticos, en Antonio y Matías, y veo un estímulo para intentarlo. Pienso en lo que ella y nosotros hemos evolucionado los últimos 20 años, y creo que es posible encontrar un estilo periodístico-informativo apto para una generación que a día de hoy los GPT o los LLM le suenan a chino. Y entonces pienso que si hace tres décadas le preguntaba al colega de al lado si el titular de mi noticia ‘lo entenderían nuestras madres (y padres)’, ahora el reto es que aquello que escribamos o divulgemos sobre Inteligencia Artificial también lo entiendan… ¡nuestros hijos!
El reto es mayúsculo. Algunos se proponen empezar el año apuntándose al gimnasio o a idiomas. Otros nos proponemos algo harto difícil. Sabemos que mucho de lo que estemos haciendo caerá en saco roto. Sabemos que lo que ahora digamos no servirá de mucho para la mayoría. Sabemos que un cierto cachondeo o menosprecio es esperable. Pero, con todo lo de Internet de por medio, también disponemos de una experiencia rica y valuosa. Si somos capaces de explicar la IA mejor de lo que supimos explicar en los inicios Internet, y si lo hacemos sabiendo que las brechas generacionales han saltado estos años por los aires, entonces surge un punto de esperanza.
Si somos capaces de explicar la Inteligencia Artificial mejor de lo que supimos explicar en los inicios Internet, y si lo hacemos sabiendo que las brechas generacionales han saltado estos años por los aires, entonces surge un punto de esperanza.
A diferencia de las primeras webs, los primeros blogs, las primeras redes sociales, los primeros artilugios y los primeros entornos, hoy contamos con la propia IA como gran aliada para explicarla (a ella, la IA) a ‘nuestras madres’. Dicho de otro modo: si la IA se alimenta de todo lo que hemos generado estos años en Internet, de un volumen brutalísimo de información generada por los humanos, ahora es de justicia que sea la propia IA la que nos ayude a difundirla a las personas. Que nos devuelva el favor, y nos ayude a recopilar, procesar y editar la información sobre Inteligencia Artificial para que la pedagogía y divulgación que hagamos sea ‘mother friendly’.
(Que nadie se escandalice con lo de mi madre porque ella sabe de qué va el tema, lo hemos hablado y me ha dicho que me seguirá leyendo aunque escriba de ‘cosas raras’ como la IA.)
Que la IA nos devuelva el favor, y nos ayude a recopilar, procesar y editar la información sobre ella para que la pedagogía y divulgación que hagamos sea ‘mother friendly’.
OpenAI se pone las pilas, Apple aguanta y Google se robotiza
Por lo pronto a vosotros, sí, a vosotros, os tengo que decir que los primeros días de 2024 me han parecido representativos de lo que supongo que está viniendo. Veo a OpenAI con las pilas puestas, intentando tapar el agujero con los editores de prensa, lanzando la tienda de gepetés, fichando a los cracks que diseñaron el iPhone, captando gente de Apple y haciendo algunos deberes con Europa. Veo a Google muy bien con la robótica pero sin satisfacer a los editores, y pasando página del gatillazo de la presentación de Gemini. Veo a Apple acumulando fuerzas y aguantando la presión para, quizá, sorprender con las Vision Pro. Han evitado un desastre con la suspensión de la supensión de ventas de Apple Watch en Estados Unidos. Es decir, ganando tiempo y salvando los muebles de las ventas navideñas a las puertas de un 2024 que se pronostica como de caída de facturación con los iPhone. Ya se verá. También veo que la presión de Estados Unidos a sus empresas para ponerle trabas a la competencia china no tiene freno, y esto ayuda a generar conciencia geoestratégica.
A ver si mis noches con GPT-4 me ayudan a ordenar ideas y planificarme el día siguiente a base de consultas conversacionales orales. Os parecerá una tontería, pero tenemos un jefe de gabinete o secretario virtual en el bolsillo y hay que aprovecharlo.
[El meu desig de Reis: Fer comprensible la Intel·ligència Artificial a ‘les nostres mares’, en catalán]
Algoritmo Transparente #13