Europa, la geometría variable de Microsoft y cómo la sincronización labial hace maravillas
Apple aparca su coche y apuesta por la IA para sorprendernos este año. España invertirá en un modelo de IA con las lenguas oficiales. Un MWC de récord con más robots y coches que móviles, y mucha IA
Esta semana, queridos lectores del sector crítico de la Inteligencia Artificial, solo os daré un par de titulares para que podáis comentar en vuestras tertulias catastrofistas. La fintech sueca Klarna despidió a 700 empleados en 2022, pero ahora afirma que han cubierto aquellas bajas con un chatbot basado en ChatGPT que atiende dos terceras partes de las consultas de sus clientes hablando 35 idiomas y trabajando 24/7. El CEO de Google, Sundar Pichai, se fustiga en una carta a sus empleados que ha sido debidamente filtrada y en que afirma que el sesgo ‘woke’ de su IA Gemini —el que generaba imágenes políticamente correctas con la mirada de hoy pero históricamente aberrantes— es “completamente inaceptable”. La semana pasada le resté importancia a esta ‘crisis’ de Google, pero estos días hemos sabido que la broma le costará a la compañía 90.000 millones de dólares.
Una vez despachados los temas ‘negativos’ de la semana, los lectores anti-IA ya pueden ahorrárse el resto del boletín, y que se queden aquí los tecnooptimistas o aquellos que también quieran conocer las innovaciones y bondades tecnológicas que difícilmente verán, leerán o escucharán en los medios de comunicación tradicionales. Aquellos medios que han dedicado tiempo y espacio a informar de un Mobile World Congress que bate récord con 101.000 asistentes, gracias al retorno del congresista chino, y que ha dado más noticias por robots y coches que por móviles, con la omnipresencia de la IA en todos los pabellones, que se deberán ampliar en 2025.
Milagrosamente, Pedro Sánchez anunció un modelo de lenguaje de inteligencia artificial entrenado en las lenguas oficiales del Estado. Una IA multilingüe. ¿Habría sido plurilingüe sin la dependencia del PSOE de sus socios parlamentarios catalanes, vascos y gallegos? ¿O ‘simplemente’ estaríamos ante un ChatGPT español con menos hamburguesas y más paellas? El proyecto, sacando provecho del MareNostrum 5, del Barcelona Supercomputing Center (BSC, con visita virtual), es una apuesta estratégica de España que demuestra hasta qué punto es importante entrenar la IA con nuestras lenguas y referentes. Los chatbots más conocidos como GPT ya nos entienden cuando les hablamos en español, catalán, gallego o euskera, pero una IA entrenada localmente le dará a las culturas del Estado una mayor personalidad y proyección en el entorno de las inteligencias artificiales.
¿Habría sido plurilingüe el modelo de lenguaje de IA de España sin la dependencia del PSOE de sus socios parlamentarios catalanes, vascos y gallegos? ¿O ‘simplemente’ estaríamos ante un ChatGPT español con menos hamburguesas y más paellas?
Este anuncio del presidente español vino, en el contexto del MWC, unido al del ministro José Luis Escrivá de la creación de una SEPI tecnológica, es decir, una empresa pública con 20.000 millones de euros de aportación estatal que, de paso, podrían servir para la operación estatal de entrar en Telefónica (tras los movimientos por la reciente entrada de los saudíes). Que los discursos inaugurales de los gobernantes en el MWC de Barcelona fueran anuncios y apuestas y no mensajes de miedo a la IA resulta esperanzador. En clave local, Pere Aragonès este año electoral prefirió ser menos noticia por saltarse el besamanos con el Rey Felipe VI y lanzar el mensaje de una inversión pública catalana de más de 1.000 millones en I+D+I en 2024. Hace años los políticos promovían grandes infraestructuras o mucho cemento. Ahora, toca tecnología e IA.
Europa juega un papel cada vez más relevante para las grandes tecnológicas, no desde el punto de vista geopolítico pero sí en cuanto a regulación y cumplimiento de reglas del juego diferentes a las americanas o asiáticas. Y, si no, que se lo pregunten a Meta, Apple, Google, Amazon, TikTok o, esta misma semana, a Microsoft. Lo que está sucediendo estos días me llama la atención porque sintetiza la complejidad del momento para la compañía que dirige Satya Nadella. Como saben ustedes, Microsoft invirtió unos 13.000 millones de dólares en la organización sin ánimo de lucro OpenAI, que dirige Sam Altman. La herramienta ChatGPT Plus de OpenAI se acaba de integrar como Copilot en los productos de Microsoft (está presente en Bing, Windows, Office 365 y Azure) haciéndole la competencia a la propia OpenAI.
La alianza Nadella-Altman (Microsoft-OpenAI) ha asistido esta semana un episodio curioso: la asociación de Microsoft con la startup francesa Mistral AI (valorada en 2.000 millones de euros) justo cuando ésta ha lanzado un chat propio, Le Chat, para rivalizar con el GPT-4 de OpenAI, y un nuevo modelo de IA llamado Mistral Large. La lectura es que Microsoft no quiere poner todos los huevos en la cesta de OpenAI, y que MistralAI jugaría el rol de ‘la OpenAI europea’ para poder superar a OpenAI. La inversión de 15 millones de euros de Microsoft en la startup francesa ya está bajo la lupa de los reguladores de la Unión Europea.
Francia, que tiene la joya Mistral AI, quería menos limitaciones para que las startups europeas pudieran competir a nivel global. Resulta que cuando se alían con una compañía como Microsoft, saltan los mecanismos de control que ya veremos a dónde nos llevan.
Quizá ahora se entienda por qué Emmanuel Macron se opuso a la literalidad de la Artificial intelligence act aprobada por el Parlamento Europeo. Francia, que tiene la joya Mistral AI que no tiene España, por ejemplo, quería menos limitaciones para que las startups europeas pudieran competir a nivel global. Pues resulta que cuando se alían con una compañía como Microsoft, saltan los mecanismos de control que ya veremos a dónde nos llevan. Para acabarlo de arreglar, este jueves Elon Musk interpuso una demanda contra la organización sin ánimo de lucro OpenAI, Sam Altman y Greg Brockman por, según él, traicionar su espíritu fundacional y relegar el propósito de “buscar el bien de la humanidad” con código abierto y convertirse en "una subsidiaria de facto y de código cerrado de la mayor compañía tecnológica del mundo: Microsoft". Es decir, que el retorno de Altman a OpenAI el pasado noviembre con sus nuevas condiciones tras su despido fallido —más negocio, más ambición, menos altruismo efectivo y menos dificultad en la gobernanza— ahora le sirve como argumento jurídico y da motivos a Elon Musk para atacarle. (Me pone que el link sea del New York Times, de quién después hablaremos.) Hay que recordar que Musk formó parte de la fundación de OpenAI y se marchó dejando allá a Altman y Brockman. Ahora Musk y Altman tienen rencillas y son enemigos públicos.
La Unión Europea está a punto de aprobar la primera legislación sobre inteligencia artificial, prevista para votarse en el pleno del 10 al 11 de abril en Bruselas, siendo uno de los últimos plenos del Parlamento Europeo de la legislatura. El acuerdo sobre esta materia se anunció en diciembre. Esta ley busca regular el uso de la IA más que la tecnología en sí, clasificando sus aplicaciones según el riesgo para la sociedad y prohibiendo algunas prácticas. Además, el Parlamento ha trabajado en una directiva sobre la responsabilidad derivada de daños causados por decisiones tomadas por IA, que también se votará antes del fin de la legislatura. Y las elecciones europeas del próximo junio serán, junto con las presidenciales americanas, el gran campo de pruebas para las medidas que las instituciones, de la mano de las grandes tecnológicas, están adoptando en Estados Unidos —donde respetan las políticas de moderación de las redes sociales— y en Europa para combatir la desinformación y manipulación electoral generada malintencionadamente con IA.
Los quebraderos de cabeza de Sam Altman y las promesas de IA de Apple, que aparca su coche
Vuelvo con Sam Altman, que, por cierto, está investigado por si engañó a los inversores de OpenAI (cuando la junta directiva le despidió en noviembre aseguró que el CEO no había sido "consistentemente sincero en sus comunicaciones"). Esta semana OpenAI ha acusado a The New York Times de hackear ChatGPT. Y se ha sabido que Tumblr y WordPress serán bancos de datos para el entreno de OpenAI y Midjourney. (Siguen los pasos de los contenidos de los usuarios de Reddit para entrenar la IA de Google.) Lo más noticioso ha sido la decisión de Apple de aparcar el proyecto de su coche, Project Titan, según avanzó Bloomberg, para centrarse en la Inteligencia Artificial. Su CEO, Tim Cook, se muestra optimista con la IA y augura un 2024 con grandes novedades en este campo para su compañía, que ya está probando una herramienta parecida a ChatGPT. Mientras mantiene su pulso con Spotify, explora el desarrollo de un anillo inteligente y con un año de ventaja —a pesar de las amenazas— recibe más demanda de las Vision Pro de lo que esperaba la propia Apple.
Hoy no hablamos de Nvidia, pero sí de Meta porque Mark Zuckerberg corteja a las grandes tecnológicas de Asia para duplicar su apuesta por los chips de IA. Meta quiere reforzar su cooperación con Samsung Electronics para fabricar chips de IA para reducir el riesgo geopolítico en Taiwán, donde TSMC, el mayor fabricante de chips por contrato del mundo, tiene su sede. También hemos sabido que Google paga a los editores de noticias para una plataforma de IA inédita. Ese puede ser un camino. Ojo con los primeros, como Torsten Slok, que ya advierten de una posible burbuja de la IA.
Pika incorpora la sincronización labial de ElevenLabs y EMO convierte retratos en cantantes
En el Washington Post publican un reportaje interesante a raíz del lanzamiento de Sora, el generador de video de OpenAI. El futuro del vídeo con IA está aquí, con defectos súper extraños incluidos. Ha sido una semana interesante para el video con IA. Ideogram capta 80 millones de dólares para liderar la generación de imágenes con IA. El proyecto chino EMO nos ha fascinado con retratos que se convierten en dinámicas imágenes de personajes expresivos que hablan y cantan a través de la IA. Aparecen tres Audrey Hepburn casi perfectas: cantan, hablan y su expresión es tan real que ya nada volverá a ser lo mismo. Pika eleva la competencia en vídeos de IA con sincronización labial de ElevenLabs. La réplica al Sora de OpenAI intensifica la guerra de los vídeos de IA cuando Pika añade Lip Sync con la tecnología de ElevenLabs. En solo dos semanas, las reacciones en el campo de video se están viendo. A ver por dónde sale Runway. De momento, nos quedamos con sus diálogos creativos.
Agradecimientos
Para acabar, muchas gracias a Cristina Aced por su recomendación de Algoritmo Transparente en su último Las imperdibles #18: marca personal, reputación corporativa y novedades en IA, del boletín de referencia Las imperdibles. También a Antoni Gutiérrez por su recomendación en X.
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