Desde el perrito robot hasta el cochecito con IA presentados en Las Vegas, hasta el escaparate de 3 millones de chatbots de OpenAI
Todo tipo de artilugios, coches, televisores, dispositivos y tecnologías con IA se han presentado en una semana de movimientos por parte de OpenAI y el sorpasso bursátil de Microsoft sobre Apple
Vaya semanita. La Inteligencia Artificial no da tregua. Segunda semana del año, y vamos a tope con presentaciones, productos, tecnología, robótica… todo con IA. La feria del Consumer Technology Association 2024 de Las Vegas ha sido durante toda la semana un bombardeo de anuncios de productos con IA. Hasta en la sopa. Tendremos GPT en los Volkswagen para hablar con nuestro chatbot en el coche con comandos de voz a modo de asistente inteligente. Mejor hablar que escribir estando al volante, y está bien que sea Volkswagen la compañía que se alíe con OpenAI para abrir el camino. Tendremos mascotas robotizadas en casa con IA. Tendremos aparatos de bolsillo que por 199 dólares amenazan el futuro de los smartphones. Rabbit R1 agotó sus primeras 10.000 unidades en tan solo un día, tras la presentación en Las Vegas. Televisores transparentes e inalámbricos, móviles plegables por los dos lados… hasta un cochecito de bebé con IA que les contará cuentos a los inquilinos del vehículo y subirá cuestas sin esfuerzo para los progenitores o abuelos. No es coña.
Ponga IA a cualquier producto y la etiqueta le meterá de lleno en el tsunami del momento. O, dicho al revés, si lo que vende usted no tiene IA no será sexy para el mercado. Para muestra, el botón de Alexa, que si no espavila con esto… (Ahora que ChatGPT le quiere robar la cartera a Siri y Google Assistant. Los codazos entre asistentes inteligentes serán cósmicos. Miren, miren.) Va bien estar pendientes de lo que se ha presentado en Las Vegas, por donde han desfilado 100.000 visitantes, todas las grandes compañías tecnológicas, las no tan grandes y un montón de startups. He leído un sinfín de informaciones al respecto, no se lo imaginan. Tengo la cabeza como un bombo y me da pereza redactar uno de aquellos listados de ‘las 10 novedades’ o ‘los productos más curiosos’, pero prometo ir digeriendo todo lo leído y ya iremos informando en próximos boletines. De momento, miren ustedes los enlaces anteriores a modo de picoteo.
The Guardian se pregunta qué sentido tiene en la era digital celebrar un gran congreso presencial en Las Vegas. Y The Washington Post, que critica la saturación de IA y la incertidumbre de la Realidad Mixta, nos dice que no necesitamos tantos dispositivos con IA.
Tengo que decirles también, para ser honestos, que he leído un par de artículos escépticos o críticos con el CES 2024. The Guardian se pregunta qué sentido tiene en la era digital celebrar un gran congreso presencial. Y The Washington Post, que critica la saturación de IA y la incertidumbre de la Realidad Mixta, nos dice que no necesitamos tantos dispositivos con IA. Oye, va bien saberlo. Que no nos entre un estrés excesivo en plena cuesta de enero. Cuesta empinada si has pensado comprarte las Vision Pro de Apple, por más de 3.500 dólares, a partir del 2 de febrero en las tiendas de Estados Unidos. Apple quiere introducir el concepto ‘Computing Espacial’ para que dejemos de hablar de Realidad Virtual (RV) o Realidad Aumentada (AR). (Justo cuando la ingeniería inmersiva quiere revolucionar el metaverso industrial.) Estaremos atentos al lanzamiento y a ver si las Vision Pro provocan un ‘momento iPhone’ o menean el tablero hasta el punto de permitir a Apple recuperar posiciones ante Microsoft y volver a liderar la innovación (pincha el enlace que Axios avisa que Microsoft desbanca momentáneamente a Apple). La partida es apasionante.
OpenAI busca la complicidad con los medios tras la demanda del New York Times
La semana ha dado mucho más de sí. Sí, sí, resulta que OpenAI ha lanzado la tienda de chatbots para que vendamos y usemos GPT personalizados por otros usuarios, e intentemos hacer la primera pela, pero de momento solo pueden monetizar los usuarios de Estados Unidos… y en un día ya se han puesto en el aparador 3 millones de chatbots personalizados. O sea, que lo tenemos mal para colocar los GPT que hice para escribir como el periodista Manuel Cuyàs o el otro que monté para ayudarme a redactar las descripciones de las fotos digitalizadas de mi archivo analógico. Probaremos con otra cosa para forrarnos, pero hay que reconocer que la facilidad para acceder a servicios y prestaciones de estos chatbots ha mejorado con la tienda, y que OpenAI también ha lanzado el ChatGPT Teams, muy interesante para empresas y proyectos colectivos. (Y más si pone intención en X la discreta Mira Murati.)
La facilidad para acceder a servicios y prestaciones de los chatbots ha mejorado con la tienda, y OpenAI también ha lanzado ChatGPT Teams, muy interesante para empresas y colectivos.
El empujón de OpenAI es importante, no solo en el frente de producto sino también en la ofensiva para presentarse como cómplice de los medios de comunicación tras la demanda de The New York Times. Están negociando con CNN, Fox y Time. Ha salido Brad Lightcap a hacer relaciones con los medios en sentido amplio. El camino es el del acuerdo con Axel Springer, la discusión será si entre 1 y 5 millones de dólares anuales por editor es poco o está bien para compensar el entrenamiento con los artículos de los medios o si estamos ante un punto de inflexión por el precedente de la demanda del Times. De la semana, quedémonos con la confesión de OpenAI que sin pillar material de Internet con derechos de autor no podremos tener modelos de IA bien entrenados. Más allá de los reproches de OpenAI por las medias verdades de la demanda del NYT, la confesión es honesta y merece un debate. La compañía de IA de Sam Altman, que se acaba de casar y este jueves se colgó un podcast de Bill Gates conversando con él, está ‘on fire’.
Adam D’Angelo consigue 75 millones para Poe, y Nueva York invierte 400 en un centro de computación para IA
También lo está uno de sus consejeros, de hecho, el único superviviente de la anterior junta, Adam D’Angelo, que acaba de lograr una inversión de 75 millones de dólares para que Quora mejore su plataforma de chatbot con IA, Poe. (A mí, Poe, me gusta y en alguna ocasión me salva de algún apuro cuando ChatGPT se cuelga.) D’Angelo votó a favor del despido de Altman en noviembre, pasó Acción de Gracias con él en familia, ha salvado la piel en el consejo de OpenAI y, casualmente, ahora no le va nada mal haber reconstruido la relación con el CEO de moda en el mundo tecnológico. Los 75 millones que ha levantado D’Angelo están lejos de los 400 millones que invertirá el estado de Nueva York en Empire AI, un consorcio con universidades e instituciones para formar un centro de computación. Esta semana diversos gobernadores de Estados Unidos han salido en los medios con proyectos de IA, ya sean inversiones o apuestas legislativas aparentemente innovadoras o, al menos, llamativas mediáticamente. Aquí, en Europa, el desierto para el atrevimiento político con la IA, con la excusa de la fuerza regulatoria de la AI Act, seguimos en la luna de Valencia.
Voy acabando, que no sé ni si la paciencia de mi madre conseguirá que aguante hasta el final de este boletín. Esta semana, el lunes 8 de enero, cumplí 16 años en Twitter, y me animé con un hilo reflexivo sobre cómo ha cambiado el paisaje de las redes sociales y qué hostil se ha vuelto X. Por culpa de Elon Musk mis ránkings de periodistas y comunicadores en Twitter murieron en noviembre de 2022 (este fue el último). Aguanto, pero de aquella manera, y casi cada noche prefiero escribir algún hilo en Threads (nos vemos allí, si os apetece), donde debatimos con Josep Maria Ganyet sobre los derechos de autor en IA y la polémica que rodea a OpenAI.
Muchas gracias a Política Creativa, a Beers&Politics y a Xavier Peytibí, por la recomendación en Política Creativa, se agradece. Y a Bruno Capuano por leerme y por citarme en su podcast No Tiene Nombre, todo un honor. ¡Seguimos!
[Des del gosset robot fins al cotxet amb IA presentats a Las Vegas, arribant a l’aparador de 3 milions de chatbots d’OpenAI, en catalán]
Algoritmo Transparente #15