¡Bienvenido el año 1 aC! ¡Qué gran año nos espera y le espera a la humanidad!
La última semana de 2023 está marcada por la demanda de NYT a OpenAI y Microsoft. ¿Queríamos salvar la democracia o preferimos que proliferen Groks anti-wokes de Elon Musk?
En primer lugar, muchas gracias por suscribiros a la newsletter de Algoritmo Transparente en Substack. En una semana hemos crecido y ya veo por aquí a unas cuantas caras conocidas (y muy respetadas). Mientras me familiarizo con los entresijos de Substack, y sin muchas expectativas ni agobios, aprovecho para conocer nuevos boletines, aunque aún me cuesta decir ‘boletines’ en lugar de ‘blogs’, porque después de algunos años, esto que veo y leo por aquí es lo más parecido a lo que fue la blogosfera. Leo y… una vez a la semana, a modo de repaso semanal, escribiré. Al lío.
A pesar de las fechas navideñas y de ser una semana corta, la cantidad de noticias y novedades en Inteligencia Artificial sigue siendo abundante, a veces hasta indigesta. La máquina no para, y los protagonistas del 2023 en IA no desaprovechan ni un día, ni una hora. Esprint hasta el final, vaya añito. Lo que llega de China no es broma, y como colofón del 2023, quizá sea una muestra de lo que nos esperará en 2024. Cuatro nuevos modelos de IA generativa de China acaban de superar la evaluación oficial. Uno de ellos es de código abierto, ojo. Me apunto este empujón de la segunda potencia económica mundial y dejo dicho aquí que, llámenme ingenuo, quiero verle un aspecto positivo. La pugna entre Estados Unidos y China en IA como motor de progreso, como estímulo competitivo que seguirá marcando el año que empieza en horas.
Cuatro nuevos modelos de IA generativa de China acaban de superar la evaluación oficial. Uno de ellos es de código abierto. Llámenme ingenuo, pero quiero verle un aspecto positivo.
La segunda noticia de la semana que me ha llamado la atención, o mejor dicho, que debo reseñar en esta newsletter semanal, es la demanda de The New York Times a OpenAI y a Microsoft por vulneración de los derechos de autor (y otras cosas) en el entrenamiento y alimentación de su modelo de Inteligencia Artificial. Me encantan estos titulares catastrofistas, “apocalípticos”, con permiso de Pedro Piqueras. Pero, ¿y si la demanda formara parte de una estrategia negociadora para obtener más beneficios de OpenAI y Microsoft? Hoy los medios tradicionales están más necesitados que gigantes tecnológicos como los que lideran Sam Altman y Satya Nadella (siempre me sale Nadya Satella, perdón), y el paso del NYT simplemente podría perseguir obtener más dinero del que la empresa de ChatGPT estaba dispuesta a poner sobre la mesa del prestigioso diario global.
Que el anuncio de la demanda se produzca pocos días después de los gestos de OpenAI con medios como los del grupo alemán Axel Springer (Bild, Die Welt, Politico y Business Insider) alimentaría la tesis del pulso del NYT a la compañía de IA. Por tanto, habrá que estar atentos a cómo evoluciona el tema. Y queda pendiente para otra newsletter una reflexión sobre la monumental batalla que se presentará en la IA ideológica, en la medida que como democracia nos convendría más que NYT hubiera alimentado a ChatGPT antes que la elección para el entreno hubiera sido otra. O, dicho de otra manera, por qué los medios tradicionales de prestigio que nos piden la suscripción de pago para que salvemos la democracia pero luego se lamentan cuando una ‘contribución’ como la de entrenar IAs no les es compensada económicamente. ¿Queríamos salvar la democracia o preferimos que proliferen Groks anti-wokes de Elon Musk si a estos no les importa la pasta?
¿Y si la demanda formara parte de una estrategia negociadora para obtener más beneficios de OpenAI y Microsoft? Hoy los medios tradicionales están más necesitados que gigantes tecnológicos como los que lideran Sam Altman y Satya Nadella.
El otro día escuché en un directo que 2024 será el año 1 aC, y que ‘aC’ no quiere decir antes de Cristo sino ‘after Copilot’, y sí, me gustó la idea. Tendremos que generar un nuevo imaginario, unos nuevos referentes, un lenguaje y una estética alrededor de la Inteligencia Artificial. Tuitear con cohetes o robots como emoticonos, e ilustrar nuestros posts (o boletines) con imágenes de Midjourney y DALL·E 3 forma parte del nuevo tiempo, del escenario que se ha fundamentado este 2023 en clave ‘mainstream’. Tengo algunos apuntes en mi bloc de notas, pero paso de ellos porque quiero acabar este (¡segundo!) boletín semanal de 2023 en Substack para homenajear a unos personajes que me han arreglado el año, que me han iluminado, inspirado e ilusionado durante muchos días de este ejercicio apoteósico para la IA. Esta semana navideña tampoco han descansado, no han parado y han mantenido su compromiso con ‘la comunidad’.
Me refiero a los divulgadores de la IA que este 2023 tanto me han ayudado e influido. Gracias a los ‘Monos estocásticos’ de Antonio y Matías, gracias a Xavier Mitjana, a Carlos Santana, a Jon Hernández, a Gustavo Entrala, a Laura, a Bruno Capuano, Oliver Nabani y Julio César Fernández, a los alumnos del Máster en IA e Innovación de Founderz que también se han animado a publicar y divulgar, a los directos, los actos, los artículos, los hilos de X, las mil y una maneras de difundir contenido relevante y enriquecedor sobre Inteligencia Artificial.
Gracias a los ‘Monos estocásticos’ de Antonio y Matías, gracias a Xavier Mitjana, a Carlos Santana, a Jon Hernández, a Gustavo Entrala, a Laura, a Bruno Capuano, Oliver Nabani y Julio César Fernández, a los directos, los actos, los artículos, los hilos de X, las mil y una maneras de difundir contenido relevante y enriquecedor sobre Inteligencia Artificial.
Gracias a todos ellos, y a todo lo que han aportado y generado, este 2023 ha sido una pasada, digno para el recuerdo. También a los colegas que publican en Substack, a los compañeros de cursos, los profesores, los amigos que han preguntado y compartido información, a los que no se han cachondeado de la IA, sino que han tenido la prudencia de preguntar, de interesarse antes de ridiculizar con los modos que usaron cuando se pitorreaban de Internet.
Pues, a todos ellos, gracias y mucho ánimo para empezar 2024 con la atención y la reflexión necesaria para analizar el desarrollo de la IA sin alarmismos ni fes ciegas. Bienvenido sea el nuevo año si podemos seguir escuchando, viendo y leyendo a los ‘monos malagueños’, al canario pedagógico, al catalán incansable, al fotógrafo auténtico, al consultor riguroso, a la joven fresca, al ingeniero persistente, a la pareja separada y a tantos y tantos nuevos evangelizadores de la IA. ¡Qué gran año nos espera y le espera a la humanidad! ¡Bienvenido el año 1 aC!
[Benvingut l’any 1 aC! Quin gran any ens espera i li espera a la humanitat!, en catalán]
Algoritmo Transparente #12