Acabaremos este apasionante año 2023...
Con cinco dedos en Midjourney y tirando hilos en Threads, con el optimismo de Bill Gates y el 'nuevo' Sam Altman responsable, en una Europa que se gusta regulando
Acabaremos este apasionante 2023 pudiendo generar imágenes con manos de cinco dedos, gracias a V6 de Midjourney. Se acabaron las imágenes con humanos de seis dedos en cada mano o con una textura plasticosa, artificial, valga la redundancia. La multimodalidad de ChatGPT 4 y la integración de DALL·E 3 en el chatbot conversacional de OpenAI nos había alejado del canal de Discord para generar mejores imágenes con Midjourney, eso sí, con mayor esfuerzo a la hora de proporcionarle las indicaciones. Las últimas semanas, perezosas desde la comodidad de un GPT que integra y customiza, que democratiza la IA Generativa a velocidad de crucero, se habían traducido en un menor uso de Midjourney, pero afortunadamente, cuando algunos nos estábamos planteando si tenía sentido seguir pagando por esta herramienta, va y ponen al alcance de los usuarios una versión Alpha V6 que proporciona ‘capturas’ brutalmente realistas, hiperrealistas de verdad. Midjourney V6 nos retiene antes de que causemos baja en favor de DALL·E 3.
¿Threads, el nuevo Twitter o un Mastodon más?
También acabaremos este apasionante 2023 estrenando una nueva red social. ¡Viva! Íbamos sobrados de canales, perfiles y cuentas, no sabíamos ya como administrarnos para no tener varias de ellas desatendidas y, finalmente, llega a Europa el competidor de Meta a X (Twitter). Threads, los hilos de Meta bien integrados con Instagram, suponen un mayor esfuerzo inicial, y nos obligan a intensificar el espíritu de conquista digital. Llegar a un sitio nuevo y plantar tu tienda de campaña, ocupar el espacio y esperar a ver qué se anda por allí, qué aire se respira y cómo nos podemos ir adaptando hasta que nos podamos sentir cómodos. La hostilidad de la antigua Twitter y los bandazos de su propietario, Elon Musk, nos empuja más rápido de lo normal a la nueva Threads, que busca su agujero en un mercado de 400 millones de internautas en Europa. Vamos a ver si estamos ante un nuevo Mastodon o si, por el contrario, la mala leche de X y el mejor buen rollito de Instagram nos ayudan a reubicarnos en un Threads donde se puede publicar sin miedo a recibir el primer vómito de un troll en cero coma.
Los vasos comunicantes Instagram-Threads, por lo pronto, están proporcionando un goteo de seguidores más esperanzador que el sonido de grillos de los primeros días y semanas en Mastodon o, no sé si recordaréis, en Tumblr. La gracia consistirá en saberle encontrar el equilibrio a no seguir a los mismos que seguimos en Instagram si estos fueran los mismos que seguíamos, o nos seguían, en X. Dicho de otra manera, si en Instagram disponíamos de mejor ambiente que en X, entonces seguir el algoritmo de Meta no es mal asunto. Si, por el contrario, habíamos replicado ‘timeline’ Instagram-Twitter, quizá sea oportuno aprovechar el descanso navideño para hacer limpieza y buscarte otro ambiente. Después hay otro tema, y es la sensación de virginidad digital cuando tú y todo el mundo (de tu entorno) se estrena en una red nueva. Cuando te siguen pocos te cortas menos, eres más tú, no calculas quién va a malinterpretar tal o cuál cosa. Es una sensación de tranquilidad que a ver cuánto dura.
Bill Gates y Sam Altman nos hacen sentir bien
Acabaremos este apasionante 2023 con una serie de decisiones, anuncios y pronunciamientos que, bien interpretados, o víctimas de una cierta ingenuidad, nos invitan al optimismo ante la IA. Han pasado algunas cosas esta última semana que yo interpreto en una clave positiva, como si estuviéramos ante una catarsis de final de año. Quizá desordenadas o de proporciones muy diferentes, pero tengo una notita aquí con unos apuntes que he ido tomando durante la semana y ve viene al pelo (es un decir) entrelazarlas y vincularlas.
Aquí voy con la carta anual de Bill Gates y su optimismo de cara al 2024 y el desarrollo de la IA. Aquí te vinculo el último post de Sam Altman y sus palabras entre esperanzadoras y responsables. Esto te lo ligo con el reciente anuncio, todo esta mismísima semana, del marco de seguridad que un equipo de OpenAI va a garantizar que se cumpla de todas todas. Altman prefiere que los que controlen el desarrollo responsable de la IA sea un equipo por debajo suyo y no, como hasta el cisma de noviembre, los que ocupaban las sillas del consejo directivo, por encima suyo. Será espíritu navideño o no sé qué, pero este Sam parece que ha aprendido la lección. Responsable con la humanidad, duro con la competencia desleal la misma semana.
Europa se pone seria y se gusta regulando
Ahora voy a ligar tres cosillas a modo de cierre, que para ser el primer artículo tipo newsletter de la semana veo que me enrollo demasiado. Las autoridades europeas, que aún celebran el acuerdo bajo presidencia española de la futura ley de la IA, sacan pecho moral y disimulan alguna discrepancia interna como la de Emmanuel Macron, que si pretende que sus paisanos del ‘open source’ Mistral AI triunfen a nivel global la UE no se lo va a poner nada fácil. En esta Europa reguladora, garantista y moralista ante la IA, el comisario Thierry Breton acaba de anunciar que endurece el control sobre Pornhub, XVideos y Stripchat. Lo ha hecho con pocas horas de diferencia respecto el anuncio de una investigación por contenido ilegal y falta de transparencia a la X de Elon Musk. ¿No puede haber un punto de equilibrio entre parar los pies a la desinformación y la pornografía y no perjudicar la competitividad a chatbots como el francés Mistral AI? Un exceso de regulación que no acabe matando lo (poco y) bueno que pueda surgir en nuestro continente.
Y remato con dos apuntes locales. También optimistas. La entrada del Estado en Telefónica con un 10% y la inauguración de MareNostrum 5 en Barcelona. El Gobierno ‘más progresista de la historia’ ha reaccionado ante la entrada de los saudíes en Telefónica rompiendo su propio tabú, el de la ‘nacionalización’. Cada vez más gobiernos europeos se meten o controlan las grandes empresas estratégicas, sean de izquierdas o no. Se dá la paradoja de la soberanía, que puede ser europea (estés o no de acuerdo) pero no puede ser local. Y para que Europa pueda ser competitiva más allá de la hiperregulación, necesita la potencia supercomputacional de MareNostrum 5, que la tenemos en Barcelona y acaba de ser inaugurada por Pedro Sánchez y Pere Aragonès. Sin MareNostrums no habrá IAs. Sin MareNostrums, Europa seguirá fuera de juego mientras observa como Estados Unidos y China encaran portería. ¡Viva MareNostrum 5 y felices fiestas!
[Acabarem aquest apassionant any 2023..., en catalán]
Algoritmo Transparente #11